cartas en cada esquina, recorriendo toda la ciudad. Al día siguiente, es el día central y en una comparsa hace su entrada triunfal don Calixto y la Pimienta en la fiesta de la Calixtura. Unos acompañan montados en hermosos caballos y otros, subiéndose en los carros alegóricos, al son de la muliza compuesta y seleccionada para ese año: todos disfrazados.